De manera simple, podemos decir que el diésel, también conocido como gasóleo o gasoli, es un hidrocarburo líquido compuesto por parafinas, el cual se obtiene gracias al destilado del petróleo crudo, el cual se somete a un proceso de purificación para eliminar el azufre y otros componentes que no son necesarios.

Se utiliza como combustible en calefacciones y algunos tipos de motores para medios de transporte. El diésel es más barato que la gasolina, además de tener un índice de rendimiento es mucho mejor y no se mezclarse con etanol.

Su color es blanquecino o verdoso, tiene una densidad de 850 kg/m3 y un poder calorífico de 8.800 kcal/kg y es emisor de CO2 en una concentración similar o ligeramente más baja que la gasolina.

Se compone en un 75% por hidrocarburos saturados (isoparafinas y cicloparfinas), el resto son hidrocarburos aromáticos (alcalobencenos y naftalenos). Gracias a su forma aceitosa, sirve para lubricar las partes del motor.

La recomendación ante la elección de un motor a diésel o a gasolina siempre dependerá de se las necesidades del conductor; si lo que este busca es agilidad y/o rapidez será gasolina, si se busca fuerza o torque será diésel.